martes, 22 de marzo de 2011

La Asombrosa Historia de Don Blas de Lezo y Olavarrieta

¿Dónde está “El espíritu” de Don Blas de Lezo?, ¿Quién lo recuerda?

Yo lo recuerdo.

Blas de Lezo (Copia de 1853 de Original propiedad de sus descendientes, Uniforme de 1724 - Museo Naval)

Don Blas de Lezo y Olavarrieta (1689 -1741) fue uno por no decir el más grande militar y marino de la historia de la Nación de España (1516 – Actualidad). Nacido en Pasajes (Guipuzcoa) el 3 de Febrero de 1689 provenía de una familia de ilustres marinos, educado en Francia se enroló en 1701 como Guardiamarina de la escuadra de Luis Alejandro de Borbón, conde de Toulouse e hijo de Luis XIV con tan solo 12 años.

PRIMERA ETAPA: (1701-1715)

La Guerra de Sucesión Española, el inicio.

De este modo participó en la Guerra de Sucesión que se produjo cuando el pretendiente Carlos de Habsburgo impugnó el testamento del rey Carlos II a favor de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, dado que el Gran Delfín de Francia, hijo del rey Luis XIV, había renunciado a sus derechos a favor de su segundo hijo Felipe.

La Batalla de Vélez-Málaga (24 de Agosto de 1704)

Fue quizá la batalla más importante en cuanto a efectivos de la Guerra de Sucesión Española. La Escuadra Francesa había salido de la ciudad de Tolón (Provenza) y se encontró en Málaga con algunas galeras españolas comandadas por el Conde de Fuencalada. Así las fuerzas Franco-Españolas contaban con 51 navíos de Línea, 6 fragatas, 8 brulotes y 12 galeras, sumando un total de 3.577 cañones y 24.277 hombres. Por su parte la flota Anglo-Holandesa comandada por el Almirante Rooke estaba compuesta de 53 navíos de Línea, 6 fragatas, y algunos pataches y brulotes, habiendo un total de 3.614 cañones y 22.543 hombres. La batalla se saldó con unas 1.500 bajas del lado franco-español y 2.700 por parte de los anglo-holandeses.

Blas de Lezo contaba con 15 años, pero su juventud no fueron excusa para demostrar una valerosa actitud y un temple combativo digno de mención. Se hallaba batiéndose de forma ejemplar cuando una bala de cañón le alcanzó la pierna izquierda, destrozándole la tibia y el peroné. Cuenta la leyenda que aquel valeroso y joven guardiamarina no profirió queja o lamento alguno durante la operación donde le fue amputada la pierna por debajo de la rodilla sin anestesia o droga alguna. Aquel trance y su valerosísima actuación de combate le valieron aquel año, el ascenso a Alférez de Bajel de Alto Bordo por parte del mismo Luis XIV.

De patrulla por el Mediterráneo y la captura del Resolution.

Aquel joven guipuzcoano comenzó a ser famoso y se le ofreció ser asistente de cámara de la Corte de Felipe V (Declarado como tal desde la muerte del pretendiente Carlos). No obstante rechazó el ofrecimiento en pos de convertirse en un gran comandante y experto marinero. Tras una larga recuperación en 1705 vuelve a bordo sirviendo diferentes navíos, Su primera acción después de su convalecencia fue aprovisionar la asediada plaza de Peñiscola (Castellón, España), tras el éxito y liberación de la ciudad es enviado a Palermo (Sicília, Italia) para una labor semejante.

Digno de mención en esta fase de la guerra en el Mediterráneo, fue el ataque al Navío inglés Resolution poseedor de una potencia de 70 cañones, que terminó con la completa destrucción de este y de la captura de otros dos navíos británicos que condujo a Pasajes y Bayona.

Durante meses continuó patrullando el Mediterráneo con un arrojo inusitado para su edad, y protagonizando una serie de maniobras que acaban con la captura de 9 navíos ingleses más. Tanto es así que se le premia permitiendo que lleve sus presas a Pasajes, su ciudad natal. Pero pronto será requerido por sus superiores para menesteres de mayor envergadura.

La Batalla Naval del sitio de Barcelona (1706)

Encargado de una pequeña flotilla Don Blas de Lezo es encargado de abastecer la ciudad de Barcelona, que permanece sitiada por fuerzas navales inglesas y tropas de infantería del bando Austríaco. Valiéndose de una astucia innata, esquiva los controles y el cerco de la flota inglesa, logrando abastecer brillantemente la ciudad. Para ello usaba diversas estratagemas entre las que se encontraba dejar flotando paja húmeda que hacía arder para crear una densa humareda que ocultase los barcos españoles. Además carga sus cañones, no con balas sino con unos casquetes de amazón muy delgada que contenían material incendiario, con el que bombardeaba sistemáticamente los buques ingleses. Estas acciones le valen forjarse una reputación no sólo entre sus superiores, sino entre los ingléses.

La batalla del fuerte de Santa Catalina de Tolón (Francia, 1707)

Al año siguiente es seleccionado para asistir a la ciudad porturaria de Tolón, bajo ataque de Eugenio de Saboya, aliado de los británicos junto con Holanda. En dicha contienda debe pelear desde tierra, familiarizándose con la defensa de un puerto, (punto decisivo para el futuro). La noche del 22 al 23 de agosto se produce uno de los combates más cruentos, siendo que el impacto de un cañonazo en un puesto de la fortificación próximo a De Leza hace reventar la bala en fragmentos de metralla, uno de los cuales explotó el ojo izquierdo de Blas de Leza cuando le alcanzó, perdiendo la vista del mismo para siempre.

Tras una breve convalecencia es destinado al puerto de Rochefort, donde es ascendido a Teniente de Guardacostas en el mismo 1707.

Joven Blas de Lezo

Las hazañas del puerto de Rochefort y la captura del Stanhope (1710)

Será en este destino cuando logré otra gran proeza que lo consagrará como leyenda. Pues en 1710 patrullando con atraque en Rochefort, rendirá una decena de barcos enemigos, el menor de 20 piezas de artillería, entre los cuales se encuentra la batalla con el Stanhope de 70 cañones, comandado por John Combs; El navío inglés triplicaba en dotación y potencia de la fragata de Blas de Lezo, pero no fue suficiente para frenar al aguerrido marinero de Pasajes, que tras un cañoneo mutuo efectuó algunas de las maniobras que le hicieron famoso y dejó al Stanhope a distancia de abordaje. Aquel fue el momento de dar la orden de lanzar los garfios, más tarde Blas de Lezo escribiría: “Cuando los ingleses vieron aquello, entraron en pánico

La Batalla conta el Stanhope (Ángel Cortellini Sánchez ca 1900)

Esta maniobra típica de la Armada española era particularmente temida por los ingleses, y era la única forma de capturar navíos superiores en dotación y tamaño. Blas de Lezo resultó herido sin gravedad y fue ascendido a Capitán de Fragata cubriéndose de gloria una vez más y relanzando su fama de modo internacional.

Remolcando el Stanhope (pintado ca 1820)

El Final de la Guerra y su Consagración (1712-1715)

Tras la hazaña del Stanhope el joven Blas de Lezo pasa a servir bajo el prestigioso almirante Andrés de Pes en 1712. Este amirante quedó admirado de la valía y el arrojo de aquel joven oficial tuerto, que sus escritos y cartas le valieron a Blas de Lezo la promoción a Capitán de Navío en 1713.

Fue entonces cuando participó en el asedio de Barcelona al mando del Campanella con 70 cañones, en el que el 11 de Septiembre de 1714 al acercarse demasiado y quizá algo temerariamente a las defensas recibe un balazo de mosquete en el antebrazo derecho. Esta herida propició que perdiera casi toda la movilidad del brazo ganándose el sobrenombre de “Medio-Hombre” por ser tuerto, cojo y manco.

En 1715, tras reponerse de la herida del brazo y al mando del Nuestra Señora de Begoña de 54 cañones se dirige con una gran flota a reconquistar Mallorca (cedida a los ingleses junto con Gibraltar, dentro de los pactos de Baden y Utrecht que terminaron con la Guerra de Sucesión). La isla se rindió sin que Blas de Lezo tuviera que efectuar un solo disparo.


SEGUNDA ETAPA: (1716 – 1730)

El primer contacto con América.

Como si de una novela o del mejor de los argumentos de película de piratas, Blas de Lezo recorrió durante años el mundo, aumentando su experiencia como marino, como era su deseo desde temprana edad, se enfrentó a infinidad de Corsarios y Piratas que la historia recuerda escuetamente, señalaré aquí los eventos más remarcables de esta primera etapa en América y en sus diversos mares.

El Caribe (1716-1720)

Terminada la Guerra de Sucesión se le confirió el mando del buque insignia Lanfranco. Un año después parte hacia La Habana en dicho navío de 60 cañones, escoltando una flota de galeones. El buque regresará a Cádiz tras la travesía pero no Blas de Lezo que permanecerá en el Caribe hasta 1720. Tras esta fecha se le otrogará el mando del buque Lanfranco, un segundo navío de 62 cañones bautizado con el mismo nombre del anterior, y conocido como Leon Franco o Nuestra Señora del Pilar.

Los Mares del Sur (1720-1730)

Al mando de este segundo Lanfranco, Blas de Lezo es integrado en la escuadra Hispano-Francesa al mando del almirante Bartolomé de Urdizu, encargada de limpiar los Mares del Sur (la costa del Perú) de piratas. Dicha escuadra compuesta por 4 buques de guerra, entre los que estaba el navío de Blas de Lezo y una fragata españolas junto a dos navíos de línea franceses, hicieron su trabajo satisfactoriamente. Remarcable fue las acciones contra los buques Success y el Speed well del corsario inglés John Clipperton, que contaban 70 cañones cada uno. Clipperton logró evadir a la escuadra Hipano-Francesa pero se vió obligado a huir a Asia, donde fue capturado y ejecutado.

Señalar el importante dato que es en esta época cuando Blas de Lezo contrajo matrimonio con una criolla peruana llamada Josefa Pacheco Bustos, concretamente el 5 de Mayo de 1725 en la ciudad de Lima. Más tarde se establecería con ella y sus hijos en la ciudad gaditana de Puerto de Santa María, donde vivió Blas de Lezo hasta que partió definitivamente a Cartagena de Indias el 3 de Febrero de 1737, Blas no regresaría su mujer y sus hijos vivirían en Puerto de Santa María hasta la muerte de Josefa, en el 31 de Marzo de 1743, sus hijos desaparecen de los padrones debido a que se trasladaron de ciudad.


TERCERA ETAPA: (1730 – 1737)

Jefe de escuadra del Mediterráneo, el terror de los piratas argelinos.

Para este momento, Don Blas de Lezo era tan prestigioso que se había convertido en un apreciado oficial y pieza clave para resolver situaciones complicadas por sus superiores.

El incidente de la Banca de San Jorge y el reconocimiento del Rey (1730)

A su regreso a España en 1730, fue ascendido a Jefe de Escuadra Naval del Mediterráneo. Su primera gran acción con este nuevo puesto de mando fue navegar rumbo a las costas de la República de Génova, que aunque tradicional e históricamente era aliada del imperio español, habían surgido algunas diferencias por las políticas de dicha República. Como consecuencia de estos roces diplomáticos a Blas de Lezo debía personarse en Genova con seis navíos para exigir la satisfacción del Rey Felipe V, que en suma era recuperar 2 millones de Pesos que se encontraban en la Banca de San Jorge, además de un homenaje a la Bandera Española.

Blas de Lezo, mostrando el reloj a los comisarios de la ciudad, quienes trataban de eludir el pago de los 2 millones del Rey, fijó un plazo transcurrido el cual, abriría fuego contra la ciudad. Al final los comisarios cedieron devolviéndose los 2 millones del Rey, de los cuales medio millón fue a manos del Infante Don Carlos y el resto sirvió para sufragar los gastos de la conquista de Orán.

El Rey Felipe V de Borbón en reconocimiento a los muchos servicios prestados a la Corona y al Imperio Español, concede a Blas de Lezo en 1731 como estandarte para su capitanía la Bandera Morada con el escudo de armas de Felipe V, las órdenes del Espíritu Santo y el Toisón de Oro y 4 anclas en sus extremos.

Estandarte BlasdeLezo (1731 Museo Naval)

La Expedición de Orán y la batalla de Bahía de Mostagán (1732)

En 1732 comanda una expedición a Orán, a bordo del buque Santiago. Con 54 buques y 30.000 hombres Blas de Lezo causó el terror y rindió la ciudad con facilidad. Si bien en cuanto partió a España, el argelino Bay Hassan logró reunir una fuerza suficiente como para sitiar Orán para retomarla. Lezo retornó en socorro de la ciudad con 6 navíos y 5.000 hombres, enviando el resto a casa. Logró derrotar y poner en fuga a Bay Hassan (considerado pirata por las autoridades españolas), y no contento con vencer, inició la mítica persecución de su nave capitana de 60 cañones, la cual se refugió en la Bahía de Mostagán. Este enclave era una fortificación natural, custodiado por dos baluartes que protegían la entrada de la Bahía que se hallaba defendida por 4.000 hombres.

Blas de Lezo en su habitual altanería y arrojo, despreció la potencia de fuego de los piratas argelinos, entrando en la bahía tras el barco de Bay Hassan, el cual incendió ignorando el fuego de los baluartes, a los cuales causó severos daños estructurales acto seguido.

Tras la victoria de la Bahía de Mostagán, patrulló durante meses por los mares argelinos, impidiendo que los piratas de aquellas zonas recibieran apoyo y refuerzos de Estambul, hasta que una epidemia forzó a Blas de Lezo a regresar a Cádiz.

El sólo nombre de Blas de Lezo el capitán “Medio-Hombre”, provocaba el pánico entre los piratas argelinos y la admiración y las máximas precauciones en los Corsarios ingleses, sin embargo era admirado y contemplado como un autentico Lobo de Mar por los españoles y franceses.

Así pues en 1734 el Rey Felipe V lo ascendió de nuevo a Teniente General de la Armada y se le ordenó regresar a América en 1737.


CUARTA ETAPA: (1737 – 1741)

El Retorno a América y la consagración como Héroe y Leyenda.

El Imperio Español había entrado en decadencia y la presencia y autoridad españolas estaban en riesgo en la zona del Caribe por la presión de los ingleses, que buscaban expandir su dominio y dañar todo lo posible las fuerzas del Rey español, principal opositor a sus avances americanos. Al mando de dos nuevos navíos el Fuerte y el Conquistador y con su rango de General, fue enviado a Cartagena de Indias para resolver los difíciles conflictos que se estaban sucediendo, cuando estalló la guerra, llamada “Guerra de la Oreja de Jenkins” (1739 – 1748), Blas de Lezo fue el encargado de defender la ciudad de Cartagena, uno de los principales puertos desde donde partían los galeones cargados de Oro para el puerto de Sevilla.

La Guerra de la oreja de Jenkins

Este conflicto fue uno de los muchos que enfrentó al Reino de España y al Reino de Gran Bretaña en el siglo XVIII. La excusa de los ingleses para declarar la guerra se remontaba a 1731 cuando fue el apresado el buque corsario de Robert Jenkins cerca de la costa de La Florida, por parte del capitán de navío Julio León Fandiño. Tras someter a Jenkins y su tripulación, Fandiño le cortó una oreja al tiempo que le decía “Ve y dile a tu Rey, que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”. Fandiño cumplía ordenes de garantizar el tráfico de ultramar, por su parte Jenkins compareció en la Cámara de los Lores ante el mismo Jorge II con la oreja en la mano y un informe firmado por el jefe británico de las Indias Occidentales para denunciar el caso, en principio su queja no tuvo mucha repercusión hasta que Jenkins contó su historia bastante más aderezada en 1738 ante un comité de la Casa de los Comunes, de aquí el sobrenombre del conflicto. A Jenkins le compensaron dándole el mando de un navío de la Compañía de las Indias Orientales.

Edward Vernon, que había participado en la Guerra de Sucesión Española en la Batalla de Málaga (1704) y sitio de Barcelona (1705), ocasiones en las que estuvo Blas de Lezo, había sido nombrado Comodoro de Port Royal (Jaimaca) en 1720, y en 1739 desde este puesto fue promovido a Comandante en Jefe de toda la flota de la Compañía de las Indias Occidentales para dirigir la guerra contra España.

El 21 de Noviembre de 1739 tomó, saqueó y arrasó la mal guarnecida ciudad de Portobello, en Panamá. En la toma de dicha ciudad, que vio morir a Sir Francis Drake, se convirtió en la consagración de Vernon como héroe británico, celebrándose una famosa cena con el rey Jorge II al año siguiente, donde se tocó por primera vez el “God save the King” y motivó la composición de la canción “Rule Britannia” hoy considerada himno. Tras ello en 1741 reunió la flota jamás comandada para realizar el ataque anfibio más grande de la historia de la humanidad y tomar la ciudad de Cartagena de Indias, flota sólo superada en 1944 en el desembarco de Normandía.

En una carta fechada el 27 de Noviembre de 1739, Vernon escribe a Blas de Lezo que ha dado un excelente trato a los prisioneros a pesar de que no lo merecían. Blas de Lezo respondió a aquella misiva con las palabras:

…Puedo asegurarle a Vuestra Excelencia, que si yo me hubiera hallado en Portobelo, se lo habría impedido y no hubiera insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor. Y si las cosas hubieran ido a mi satisfacción, habría ido también a buscarlo a cualquier otra parte, persuadiéndome de que el ánimo que faltó a los de Portobelo, me hubiera sobrado para contener vuestra cobardía…

Edward Vernon tras leer la respuesta de Blas de Lezo, convirtió aquella guerra en una batalla personal contra el español, al que desafió.

El sitio de Cartagena (1741)

La flota de Vernon estaba compuesta de 186 naves, de las cuales 51 eran de guerra con más de 2.000 cañones y 27.000 hombres de entre los cuales 4.000 eran voluntarios de Virginia, comandados por Lawrence Washington (medio hermano del futuro presidente). Estas fuerzas superaban en más de 60 navíos a la Gran Armada que Felipe II dirigió contra Inglaterra en el s. XVI. Blas de Lezo sólo contaba con 6 fragatas: Galicia, la nave capitana, San Felipe, San Carlos, África, Dragón y Conquistador, además de 3.000 hombres, 600 flecheros indios. Pero con lo que jamás contó Edward Vernon era con la experiencia de innumerables batallas navales y sitios portuarios del español.

Maniobras de la Batalla de Cartagena de Indias

Tan seguro estaba de su victoria que remitió la victoria antes de llegar a Cartagena, fijando el día de la victoria el 1 de abril de 1741. Los ingleses forjaron monedas y medallas para festejar tal acontecimiento con lemas como “Los héroes británicos tomaron Cartagena el 1 de abril de 1741” o “El orgullo español humillado por Vernon”.

Monedas de E. Vernon

31 de Marzo

El Comodoro Vernon bloqueó el puerto de Cartagena de Indias con toda su flota y hombres.

La “Carnicería” de la noche del 19 de Abril

Los ingleses iniciaron su ataque a las murallas de San Felipe, se dieron cuenta demasiado tarde que las escalas eran más cortas que las murallas, siendo imposible el avance para los ingleses, al mismo tiempo, se vieron impedidos de retirarse por el equipamiento de asalto que llevaban. En ese momento Blas de Lezo ordenó abrir fuego contra los ingleses, acto seguido se abrieron las murallas y se efectuó una carga con bayonetas, la carnicería fue devastadora para la moral inglesa. Al resto del ejército británico se le ordenó permanecer en sus naves con las provisiones.


La Batalla de Boachica (Luis Gordillo 1994, copia litografia 1849)

Cuando Vernon decidió levantar el sitio y regresar a Jamaica, cientos de personas pudieron oir como se dirigía a Blas de Lezo con la frase: “God damn you, Lezo”. Ante semejante acto Blas de Lezo decidió enviar una misiva a Jamaica, dirigida al Comodoro Edward Vernon que rezaba:

…Para venir a Cartagena es necesario que el Rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir.”

Blas de Lezo falleció en Cartagena de Indias al contraer la peste, debido a la descomposición de innumerables cuerpos que permanecieron insepultos por varios días, en su mayoría ingleses.

Retrado de D. Blas de Lezo en la madurez - museo naval

MEMORIA EN LA ACTUALIDAD:

Se honra la memoria del brillane Almirante De Lezo, con el mayor honor para un marino, pues es costumbre que en la Marina Española siempre exista un buque con su nombre, el último es una fragata clase Álvaro de Bazán conocida como la Blas de Lezo F103.

Existe también una placa en su honor en el Panteón de los Marinos Ilustres en San Fernando (Cádiz), donde reposan otros héroes de la Armada Española.

En la Academia de Ingenieros de Hoyo del Manzanares (Madrid), existe una maqueta que reproduce la batalla del Sitio de Cartagena de 1741.

Su nombre es usado en calles de Alicante, Fuengirola, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Pasajes, San Sebastián y Valencia. Finalmente tras una recogida de firmas el 28 de abril de 2010 se aprobó dar su nombre a una Avenida de Madrid, capital de España.

Blas de Lezo es también un reconocido héroe en la ciudad de Cartagena de Indias (actualmente Colombia), la cual recuerda dando su nombre a un barrio de la ciudad, una calle y una plaza. También se erigió una estatua enfrente del baluarte de San Felipe de Barajas.

Hubo que esperar al 5 de Noviembre de 2009 para cumplir la última voluntad del testamento de Blas de Lezo, ya que pidió que un grupo de españoles pusieran una placa para no olvidar la victoria de Cartagena. En ella se puede leer. “Aquí España derrotó a Inglaterra y sus colonias. Con sólo 3.000 hombres y su ingenio, Lezo derrotó una armada de unos 25.000 hombres, más de 4.000 hombres traídos de Virginia por el medio hermano de George Washington”.

Ese mismo año, el 21 de Noviembre, se descubrió una placa en su memoria, en la ciudad de Puerto de Santa María (Cádiz), situada justo en la Calle Larga Nº 70, donde residió varios años con su mujer e hijos y donde permaneció su familia hasta la muerte de su mujer en 1743. En el acto se estrenó la marcha militar “Blas de Lezo” del compositor Joaquín Drake García, compuesta para la armada e interpretada por la Banda de música del Tercio Sur (Infantería de marina). En la placa se puede leer: “En 1736 vivió junto a su familia, el Teniente General de la Armada D. Blas de Lezo y Olavarrieta, insigne e invencible marino, héroe de la Batalla de Cartagena de Indias en la que la flota inglesa sufrió una humillante derrota en el año 1741. La ciudad del Puerto de Santa María en homenaje a su memoria. 21 de noviembre de 2009”.

A pesar de esto, Blas de Lezo y Olavarrieta es un personaje prácticamente olvidado en la tradición española, perdió un brazo, una pierna y un ojo para defender y honrar a nuestra gloriosa Nación, es obligación de todo Español que guste de serlo, recordar a Blas de Lezo como figura heroica de una rica historia.

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